¿Cuándo empieza el milenio?
Por Marisela Barrios de Murguía
Una decena se compone de diez unidades; una centena, de cien y un millar, de mil.
Uno de los conceptos que algunas personas aducen para explicar que el cambio de siglo y de milenio fue del 31 de diciembre de 1999 al 1· de enero de 2000 es el del año cero.
En primer lugar, en la Edad Media, cuando Dionisio el Exiguo sacó la cuenta de los años desde el nacimiento de Cristo, no se conocía el cero, es por eso que al primer siglo le llamó siglo I y es también por esa razón que en los mil novecientos decimos que estamos en el siglo XX, no en el XIX. No existió tal cosa como año cero, ni siglo cero ni, por supuesto milenio cero, pues en ese orden de cosas ahora estaríamos por entrar apenas al segundo milenio y no al tercero. Más aún, el cero denota inexistencia, así que ¿cómo puede existir un año cero o una canica cero o cualquier cosa cero?
Lo que de hecho sí existe es la fracción de un entero. Así podemos hablar, por ejemplo, de una mitad de naranja o de un tercio de galleta. Si tenemos una mitad de naranja, no tenemos una naranja completa, pero ciertamente no decimos que tenemos cero naranjas. Del mismo modo, si un bebé tiene 6 meses de edad, aunque todavía no tiene un año, decimos que está viviendo su primer año pero todavía no lo ha cumplido.
Cuando hablamos de la edad de las personas decimos, por ejemplo, que Juanito tiene 12 años cuando ya los cumplió; está viviendo su décimotercer año pero él dice, cuando le preguntan su edad, que tiene 12 años (cumplidos).
Así que nuestra civilización está en el año 2000, pero todavía no los ha cumplido. Los cumplirá el 31 de diciembre de este año. Entonces ya tendrá cumplidos los dos milenios y podrá entrar en el tercero. Ahora mismo, tiene 1999 años y casi un mes cumplidos; el 31 de diciembre de 1999 cumplió 1999 años y el 31 de diciembre del 2000 cumplirá 2000: 2 milenios. Comenzará a vivir su tercer milenio el primer segundo del día 1· de enero del año 2001.
Por supuesto que en toda esta explicación no se ha tomado en cuenta el error de cuatro años que cometió Dionisio el Exiguo ni la fecha exacta del nacimiento de Cristo que de todas formas no coincide con el 31 de diciembre ni, por tanto, con el cambio de milenio, sino con la costumbre que nuestra civilización tiene desde la Edad Media.
Tampoco tiene nada que ver con las celebraciones siempre y cuando no se diga que se celebra algo que no es-, pues siempre hay que festejar estar vivos.
Revisado:25/06/10